Mirando a lo lejos desde la costa la mar turquesa, se entiende por qué Marco Island se ha ganado el calificativo de ser la nueva joya del turismo en La Florida. Escondida en medio de una vegetación exuberante, rodeada de atractivos únicos y un clima magnífico a lo largo del año, uno de los puntos clave de la frontera de la Paradise Coast se muestra como un destino para vivir una experiencia distinta, alejada de las grandes congestiones y ruido de otro tipo de vacaciones.
A una distancia asequible desde ciudades como Miami, Marco Island ha sobrevivido al paso del tiempo, conservando su esencia, su tranquilidad y convirtiéndose en un refugio que equilibra la modernidad con la sencillez de una población que por siglos hizo del mar y de la pesca su estilo de vida. La región forma parte del ecosistema de las ‘Thousand Islands’, las Mil Islas que se formaban y desaparecían casi a diario, producto de las características particulares del entorno que enganchaba manglares y vegetación para crear formaciones que desde lo lejos se veían como islotes flotantes al vaivén de las olas.
El lugar siempre atrajo la presencia del hombre. Las cercanías de Marco Island fue el lugar de origen de los indios Calusas, los que habitaron el sur de la Florida por lo menos desde el año 500 antes de Cristo hasta el 1.700 de nuestra era, dejando evidencias de su paso por estos mágicos lugar, vestigios arqueológicos que recientemente fueron hallados y que agregan un elemento más al atractivo turístico que ofrece la región.
Y es que, con lo cristalino de sus aguas es imposible no dejarse cautivar. La cercanía de los Everglades, con los que Marco Island ha creado una simbiosis ecológica ideal, hace que el destino de playa sea el más buscado por el turismo, llegando a un estándar único que ha permitido el desarrollo y la consolidación de un destino con resorts de lujo y playas brillantes. Su ubicación hace de los atardeceres sean también un rasgo característico, un atractivo romántico e imponente cada tarde desde el occidente.
Uno de esos lugares impresionantes, en las que el mar y la playa se esmeran, es la región de la South Marco Beach. Rodeada por resorts de las principales cadenas hoteleras, la playa sorprende por su tranquilidad, por sus blancas arenas y lo dócil de sus aguas, lo que la hacen además un destino seguro para los más pequeños o, simplemente, para los que disfrutan de un mar pacífico y apacible, alejado de todo. Son tan particulares sus características, que si no te hospedas en alguno de los resorts cercanos debes cerciorarte de llevar todo lo necesario, ya que la playa carece de tiendas o restaurantes, para mantener esa aura de paraíso perdido.
¿No te gusta tanto silencio? Entonces, pásate por el Parque Marckle, una combinación ideal entre el descanso y la diversión. Allí, el ánimo y el ambiente festivo mandan la parada, con todo lo necesario para pasar un divertido día en familia o en pareja. Pese a ello, el parque cuenta con zonas más relajadas, a las que se puede llegar con senderos ecológicos, paseos en bicicleta y caminatas en los que se entra en contacto con la fauna local, patos, tortugas e infinidad de pájaros de diversos colores acompañarán la jornada.
Otro plan marino es ir hasta Cabo Romano, un lugar al que solo se accede por el mar, en excursiones que incluyen buceo, algo de historia y observación de algunas ruinas en las que se puede evidenciar el avance del mar sobre las playas primigenias de los primeros pobladores de la zona.
Pero no solo el mar cautiva en Marco Island. Son diversas las atracciones en la zona, desde lugares para el descanso hasta planes mucho más ecológicos y divertidos, aprovechando todo lo que hay para conocer.
Uno de ellos es el Parque Estatal Collier Seminole, un lugar casi inexplorado en el que lo primitivo y lo básico son la regla para entrar en contacto con la naturaleza. Actividades de camping, pesca artesanal, paseos en bote y largas caminatas en medio de la vegetación circundante, con el acompañamiento de las autoridades locales, hacen de este lugar un destino seguro y apasionante para los que aprovechan sus vacaciones para vivir jornadas intensas.
Si lo que buscas es conocer más de la cultura local, el Museo de Historia de Marco Island es una visita obligada. Imperdonable no conocer de la mano de la arqueología y los vestigios dejados por los indios Calusas esta parte del mundo. Pinturas, estatuas y artículos diversos hacen de este museo, pequeño pero muy ameno, un ‘check’ que debes tener en tu lista.
A la visita al museo puede agregar un paseo por el mercado local, con lo que la gastronomía local tiene para ofrecer. Claramente, los mariscos y el pescado son los platos más fuertes, pasando por la frescura de los productos agrícolas locales. Cada día, el mercado se renueva con nuevas sorpresas, con restaurantes y lugares en los que puede degustar de todas estas maravillas.
Hay de todo para hacer en Marco Island, otro de los atractivos de la Paradise Coast, una nueva frontera del turismo al sur de La Florida. ¡Conoce más de este destino único!
